Podemos responder a la pregunta de manera sencilla: para evitar tomar decisiones equivocadas como consecuencia del ruido y la volatilidad diaria del mercado y dejar que la rentabilidad de invertir en buenas compañías y la capitalización compuesta hagan su trabajo. Para entender los motivos que nos llevan a realizar esta afirmación, vamos a pormenorizar alguna de las ventajas e inconvenientes de invertir a largo plazo en renta variable.
La principal ventaja es que, al invertir con una visión de largo plazo, evitamos prestar atención al comportamiento diario del mercado, y como consecuencia al no tener que estar revisando lo que sucede en el mercado a cada minuto, evitaremos tomar decisiones de inversión o desinversión equivocadas como consecuencia del ruido de mercado.
Cuando se invierte en renta variable es muy fácil dejarse llevar por las emociones y los titulares de prensa e invertir en momentos de euforia, cuando las valoraciones de las compañías son más elevadas, así como desinvertir en momentos de caídas, cuando las valoraciones son más bajas y suelen representar buenos momentos de entrada.
En contraposición, los operadores a corto plazo tienen que prestar una atención continua a todo lo que sucede en el mercado para tomar decisiones de manera continua, un inversor a largo plazo no tiene por qué seguir los mercados a diario.
La segunda ventaja, que es consecuencia de la primera, es que invertir a largo plazo nos permite beneficiarnos al máximo de la capitalización compuesta, de forma que nos beneficiemos de las matemáticas y de la capitalización de los intereses que hacen que la rentabilidad sobre la inversión sea mayor cuanto más tiempo pase. El efecto de la capitalización compuesta a lo largo de los años es un factor muy relevante del que no te beneficias si inviertes y desinviertes de forma continua.
Una tercera ventaja de invertir a largo plazo es la sencillez de la operativa, ya que podemos preestablecer un plan de inversión y cumplirlo independientemente de lo que ocurra en el mercado, mediante aportaciones periódicas o aprovechando momentos de caídas para elevar nuestra inversión si disponemos de liquidez en esos momentos.
Un cuarto punto a favor es el diferimiento de impuestos que conlleva, ya que no pagaremos impuestos hasta que deshagamos nuestra inversión y esto nos permite que sigan trabajando para nuestros intereses unos importes que en caso de comprar y vender y realizar plusvalías operando a corto plazo, estarían en las arcas de la agencia tributaria, y esto a largo plazo es relevante.
Además, si esta inversión la realizamos a través de fondos de inversión, tiene varias ventajas adicionales, cómo permitirnos poner en manos de profesionales nuestros ahorros. Eso sí, antes debemos llevar a cabo un estudio minucioso sobre la gestora en la que depositaremos nuestra confianza.
Por otro lado, los fondos de inversión nos permiten cambiar de estrategia sin pagar impuestos, beneficiándonos del régimen fiscal de traspasos, de forma que podremos traspasar nuestra inversión entre fondos de inversión sin dar cuentas ante el fisco hasta el reembolso definitivo de la inversión.
En cuanto a los inconvenientes de invertir a largo plazo, podemos destacar dos. Por un lado, que hay que mantener el rumbo y no dejarse llevar por las emociones, y esto es especialmente difícil en momentos de caídas en los mercados, donde las noticias son malas y nos pueden hacer dudar al ver que el valor de nuestras inversiones cae, y esto nos puede producir ansiedad y desasosiego. Éste es uno de los principales inconvenientes y donde muchos inversores pueden tomar decisiones equivocadas y cometer errores definitivos al salirse precipitadamente del mercado. En esos momentos es cuando debemos pelear contra nosotros mismos, y no dejarnos llevar por las trampas que nosotros mismos nos imponemos.
Y por otro, dado que lo interesante de una estrategia de inversión a largo plazo es no vender, debemos dejar una reserva en liquidez, para posibles imprevistos que nos puedan surgir y de esta manera no tener que vender parte de nuestra cartera para ello en el peor momento. Por todo ello, y para contar con más probabilidades de éxito en una estrategia de inversión a largo plazo, lo mejor, cómo decía la pregunta que da título a esta publicación, es olvidarse de los mercados y abstraerse del día a día de los mismos, tomando en cuenta que la mejor decisión radica en confiar en un buen equipo de gestión y tratar de no seguir la evolución de forma continua.
Tribuna de opinión de Fernando Cifuentes
Director. Open-end Funds. Beka Asset Management