El repunte del mercado de valores en Navidad, también conocido como rally del Año Nuevo, ya ha llegado.
«Creemos que ya estamos inmersos en el rally de fin de año», así lo afirma José Miguel Fernández, Responsable de Renta Variable de Beka Finance Private Banking. Los datos han hablado, puesto que «las bolsas han rebotado con fuerza desde los mínimos del año marcados en octubre, con avances de entre el 10% y el 20% en la mayoría de los índices», tal y como recalca el diario económico Expansión.
Al mismo tiempo, Fernández pone de relieve las grandes citas financieras que nos depara este mes de diciembre, en las que se publicará el dato de precios de USA del mes anterior -el 13/12-, además de la próxima decisión de subidas de tipos de la Fed -el 14/12-. Dos eventos que, en palabras de Fernández, «marcarán el devenir del mes».
Asimismo, señala la próxima cita del BCE -el 15/12-, en la que igualmente se estima una reducción del ritmo de alzas, donde el consenso también sitúa los tipos en 50 pbs. No obstante, para el responsable de renta variable de la banca privada de Beka Finance «todo lo que exceda de 50 pbs podría hacer caer la idea de alzas continuadas».
Si bien, hoy las acciones europeas cerraban la semana con pocos volúmenes, culminando su sexta semana de ganancias -la racha ganadora más larga en un año-, por su parte, las acciones estadounidenses -que igualmente han experimentado un repunte-, cerraron con pocos cambios, tras la evaluación de los inversores de un ajuste menos agresivo por parte del banco central, bajo la consideración del último movimiento de China para estimular su economía.
Independientemente de esta fotografía, Fernández estima que, para los meses de noviembre y diciembre, «históricamente el efecto beta ha cobrado gran importancia con los sectores cíclicos de beta alta como Industriales, favorecidos por la estacionalidad de fin de año».
¿Las razones? Fernández argumenta que los materiales tienen «el mejor historial de rendimiento», mientras que las defensivas de Salud y Eléctricas, junto con Energía, «pasan a peor plano».
En lo conciernente al crudo y las petroleras, esgrime que de octubre a enero suele ser el «periodo más negativo», a lo que se suma «la incertidumbre resultante de la invasión de Rusia a Ucrania».
Empero, por industrias, apunta que suele «florecer todo lo relativo a equipamiento eléctrico y suministros para el cuidado de la salud», en cambio especifica que todo lo relativo al health care, los productos de ocio, el petróleo y el gas «se queda congelado».
¿Qué deparan las nuevas alzas?
En la otra cara de la moneda, las razones positivas que mantienen el alza, primando la visión en el medio plazo, son:
- Los «indicadores de seguimiento y sentimiento sectorial actuales», puesto que, según su perspectiva, parecen estar favoreciendo ahora, y por primera vez en mucho tiempo durante este año, «ideas más cíclicas».
- «Todo lo que sea identificable con un crecimiento económico débil al borde de la recesión, sin entrar en la misma, y que haga pensar en un aterrizaje suave con tipos terminales ligeramente más altos que los actuales».
- «Valoraciones atractivas, como en el caso asiático con Price to Book de 1».
- «Ventajas competitivas en forma de poder de fijación de precios».
- «Mejora del crédito corporativo, desterrando cualquier miedo a crisis financiera en el corto plazo».
Adicionalmente a todo lo expresado, desde la banca privada indican «una visibilidad más negativa para los resultados empresariales que tengan lugar en el inicio del 2023», debido a que el consenso lo estima desde un punto de vista negativo. Sumado a ello, la guerra de Rusia y Ucrania, aún latente, e IPCs más elevados.
Bajo esta radiografía, insisten en lo anteriormente citado: «una visión a medio plazo», donde el equipo se muestra realista y piensa que, aunque el año 2023 se presenta con «curvas», estas serán «menos pronunciadas que las que el consenso de mercado está descontando». Igualmente, puntualizan que veremos «inflaciones más altas, pero evolucionando de manera menos acelerada y permitiendo intervenciones monetarias menos agresivas».
Compañías que pueden tirar o no de los índices en el medio plazo
Por sectores, para Fernández las compañías que pueden “tirar” en el medio plazo continúan recayendo especialmente, en el sector salud, en las compañías farmacéuticas, pese a ser un sector más defensivo. Las razones principales son porque «muestran valoraciones por debajo de sus medias históricas, así como unas expectativas de crecimiento en beneficios que las hace atractivas en estos momentos».
Adicionalmente, expone que este tipo de empresas disponen de «poder de fijación de precios en ciertos medicamentos, lo que las hace especialmente atractivas en periodos de alta inflación como la actual», destacando las principales posiciones en Roche, Sanofi y Bayer en Europa.
En lo que respecta al sector energía, pese a las últimas subidas, este sector sigue siendo atractivo para Beka Finance Private Banking, recayendo en nombres propios como Repsol y Total Energies. Mientras que, aunque el sector de consumo defensivo se encuentra excesivamente caro, siendo selectivos, encuentran algunas compañías con valoraciones atractivas y que, gracias a las ventajas competitivas de las que disponen, «pueden verse menos afectadas por las subidas de precios de los inputs», seleccionando a la compañía tabacalera BAT Plc.
Por último, Fernández incide en que el sector de bancos seguirá beneficiándose del entorno de tipos de interés altos, ya que, según sus palabras, «la ralentización económica podría afectar a los ratios de morosidad de los bancos». El Banco Santander es una de sus principales posiciones y, en el sector asegurador, su apuesta se focaliza en Allianz.
Colaboración de Beka Finance Private Banking para el reportaje del diario económico e información de mercados Expansón.
Equipo de Beka Finance Private Banking y Equipo de Comunicación Beka Finance.