El cambio climático es una realidad innegable que afecta a todos los sectores de la sociedad, incluido el turismo. España, conocida por su riqueza cultural, su clima y su oferta gastronómica y hotelera, ha sido uno de los destinos turísticos más populares del mundo durante décadas, siendo en 2022 el tercer país por número de turistas. Sin embargo, en los últimos años, ha experimentado los efectos del cambio climático de manera significativa, lo que ha generado una serie de efectos tanto a corto como a largo plazo.
Efectos del Cambio Climático en el Turismo Español
El aumento de las temperaturas es uno de los principales impactos del cambio climático en España. Durante los meses de verano, las olas de calor extremas se han vuelto cada vez más frecuentes, lo que afecta negativamente la experiencia de los turistas y puede disuadir a potenciales visitantes de planificar sus vacaciones en ciertas regiones del país. Los destinos turísticos, especialmente aquellos en el sur del país, enfrentan el desafío de proporcionar servicios y comodidades adecuadas para hacer frente a las altas temperaturas y garantizar la satisfacción de los visitantes.
La escasez de agua es otro problema derivado del cambio climático en España. La sequía afecta a ciertas áreas del país, lo que conlleva una disminución en la disponibilidad de agua para uso turístico. Esto puede afectar la calidad de las playas y piscinas, así como la oferta de actividades acuáticas, lo que a su vez repercute en la experiencia de los turistas.
Los ecosistemas marinos y costeros también se ven perjudicados debido al aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitación, que están afectando la biodiversidad marina, la salud de los arrecifes de coral y la pesca. Esto puede tener un impacto negativo en la oferta de actividades turísticas relacionadas con el mar, como el buceo y la observación de vida marina.
Además, existe un mayor riesgo de fenómenos como tormentas intensas e inundaciones, que pueden causar daños a la infraestructura turística y afectar la seguridad de los turistas, lo que representa un desafío adicional para las compañías turísticas que operan en áreas propensas a este tipo de fenómenos, teniendo que realizar inversiones para reparar o mejorar estas infraestructuras para poder garantizar la seguridad y comodidad de los turistas.
Perspectivas de Negocio e Inversión en el Sector Turístico
Las olas de calor y los incendios del verano tienen un impacto significativo en las perspectivas de negocio de las compañías turísticas, ya que los turistas pueden sentirse desalentados a visitar destinos donde las altas temperaturas pueden afectar su comodidad y bienestar.
Las reservas de alojamiento y actividades al aire libre, como el senderismo, los paseos en barco y deportes acuáticos, pueden verse suspendidas o incluso canceladas debido a las condiciones climáticas adversas, lo que impacta negativamente en los ingresos de las compañías que ofrecen este tipo de servicios, teniendo estas que enfrentarse a desafíos para generar ingresos consistentes y rentables durante períodos afectados por eventos climáticos extremos.
La creciente tendencia de los viajeros europeos a escoger destinos alternativos a los países mediterráneos del sur podría generar nuevas oportunidades de inversión en destinos que presenten un clima más agradable durante el verano, como es el caso del norte del país, que presenta actualmente una mayor demanda en verano. Lo que para los inversores implicaría una mayor diversificación de sus carteras, para incluir destinos turísticos más variados y menos dependientes de las temporadas de verano, mitigando el riesgo asociado con la estacionalidad y la volatilidad en ciertos destinos.
Por otro lado, existe también un interés creciente por parte de los turistas más conscientes con el ecosistema hacia destinos más sostenibles y responsables con el medio ambiente. Esto puede llevar a una disminución en la demanda de destinos turísticos que no estén abordando adecuadamente las cuestiones climáticas y medioambientales. Las compañías turísticas que inviertan en prácticas sostenibles y en infraestructuras resistentes al cambio climático pueden atraer, a su vez, la atención de los inversores que buscan oportunidades de inversión más resilientes a largo plazo.
Hacia una Adaptación y Mitigación Sostenible
Para abordar los desafíos que plantea el cambio climático en el turismo español, tanto el sector público como el privado deben tomar medidas proactivas y coordinadas, para preservar la competitividad y sostenibilidad del sector turístico, al tiempo que se protege el valioso patrimonio natural y cultural del país.
Se deben implementar sistemas que mitiguen el efecto del cambio climático, como invertir en infraestructuras más resilientes, promover prácticas turísticas sostenibles, fomentar el uso responsable de los recursos naturales y sensibilizar a los turistas sobre la importancia de reducir su huella ambiental. Ya existen hoy en día, por ejemplo, algunos sectores del turismo como el transporte, inmersos en organizaciones que regulan la neutralidad en carbono de las mismas (ERA & CORSIA).
Es fundamental que las compañías turísticas sean conscientes de la doble materialidad, no solo considerando cómo el cambio climático las afecta a ellas, sino también cómo su operación impacta en la sostenibilidad climática tanto a nivel nacional como internacional. Implementar estrategias de adaptación y mitigación será clave para garantizar la competitividad y sostenibilidad del sector turístico a largo plazo.
En conclusión, el impacto del cambio climático en el turismo español es indiscutible y plantea desafíos significativos para las compañías turísticas y los inversores. Sin embargo, también abre oportunidades para promover un turismo más sostenible y resiliente.
Colaboración para Cinco Días