El género del teatro musical ha acaparado las carteleras de Madrid, Barcelona, Zaragoza o Málaga. Algunos nombres propios que engrosan la lista recaen en Sonrisas y lágrimas, Cabaret, Billy Elliot, Grease, West Side Story, Cantando Bajo la lluvia, Fama, El tiempo entre costuras o Company.
Muchos de estas obras míticas están bajo la dirección de Marcos Cámara, CEO de SOM Produce, líder nacional en la producción de musicales y gestión de teatros, y participada de Beka Asset Management –a través de su área de Private Equity-, quien afirma que con su oficio «No vendemos solo entradas, vendemos horas de felicidad».
Esta inminente e insólita oferta de títulos que habitan los teatros de las grandes urbes en la actualidad, también es un claro síntoma que la pandemia del COVID-19 instauró. «Llevábamos casi dos años de retraso y ahora hemos coincidido todos porque no podíamos esperar más», indica el CEO de SOM Produce, que recientemente ha estrenado la superproducción de Grease en el Teatro Alcalá de Madrid.
Según Cámara, la recuperación ha sido buena «los resultados son buenos en general», no obstante, admite que no llegan «a los niveles de 2019», puesto que «falta por recuperar la confianza del turismo, que es fundamental en este sector».
«Los espectadores de fuera de Madrid son mayoritarios los fines de semana. Nos falta recuperar aún a los grupos; la venta es todavía sobre todo individual», apunta. Si bien, el proceso paulatino ofrece una perspectiva positiva, Cámara reconoce estar muy pendiente de la evolución de la COVID-19 y de las posibles medidas que tomen las Administraciones.
Mientras tanto, los musicales -que han sido los últimos en incorporarse a la cartelera teatral post pandemia- aglomeran los títulos que se presentan en nuestros escenarios al ser productos y espectáculos «muy bien construidos» que se convierten en «un festival de emociones».
«La música los eleva a ese siguiente escalón emocional, es el elemento diferencial. Lo que le vendemos al público con estos espectáculos no es solo una entrada, sino horas de felicidad, de ilusión. Nadie sale frío de ellos», tercia Cámara.
Un mercado de ilusión cuya creciente calidad con que se presentan, tanto en cuanto a la producción como a la interpretación. «La preparación de los profesionales es cada vez mayor, aunque aún nos quede mucho camino por recorrer», afirma Marcos Cámara.
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Equipo de Comunicación Beka Finance.