Desde hace décadas, la Asociación Internacional de Economía Aplicada, ASEPELT, celebra un encuentro anual que constituye un lugar de debate para los investigadores del campo de la Economía Aplicada, conocido como el Congreso Internacional de Economía Aplicada.
En su decimocuarta edición, sobre la Economía del aceite, Beka Finance tuvo la oportunidad participar en uno de sus seminarios, en el que Borja Menéndez, del equipo de Private Equity de Beka Asset Management, junto con Dimas Antúnez, CFO, de Bolschare, expusieron diferentes temáticas en materia de inversión en agricultura sostenible.
Bajo el título «La inversión diversificada en cultivos agrícolas sostenibles: una oportunidad para la canalización de fondos privados al campo», en concreto, Menéndez y Antúnez abordaron temáticas referentes al sector agrícola, el contexto favorable para la inversión en Agribusiness, el fondo Beka & Bolschare Iberian Agribusiness y la estrategia de sostenibilidad llevada a cabo por el fondo.
El sector agrícola y la inversión en Agribusiness
Actualmente, el sector agrícola cuenta con fuertes perspectivas de crecimiento, ya que se estima que, para alimentar a la población mundial en 2050, se necesitará aumentar la producción de alimentos en un 70%.
Dentro de este ámbito, el sector de los frutos secos en particular ha conseguido posicionarse como un mercado de alimentos saludables, a lo que se suma que sus sistemas de producción han experimentado una revolución tecnológica para hacer frente al aumento de demanda.
La producción mundial de este sector ha crecido de forma sostenida en las últimas décadas, a un ritmo del 6,6% anual, suponiendo un volumen total producido en 2019 de 36 millones de dólares y 4,6 millones de toneladas métricas.
Bajo este paraguas, se ha creado una tendencia hacia la intensificación del cultivo y la reducción de los costes de producción.
Al presentarse como una apuesta interesante en el contexto actual, tras realizar un estudio pormenorizado en el que se examinó la tendencia de cuatro cultivos básicos (aguacate, almendra, avellano y olivar), se observó que la oportunidad en el mercado de los frutos secos en Europa y Asia era más que evidente, por lo que Beka Finance se alió con Bolschare y ambos tomaron la iniciativa de lanzar este vehículo dirigido a la explotación de estos cultivos dentro de la Península Ibérica.
En 2019, Estados Unidos fue el mayor productor mundial con una cuota de mercado del 38%, cuyo principal cultivo es la almendra, seguido de Turquía -con una cuota del 11%, donde destaca el cultivo de la avellana- y China, -10% de cuota de mercado, donde prevalece el cultivo de nueces-.
En lo que respecta a la tendencia del mercado del sector olivarero, la gestora y Bolschare también han puesto el foco en este fruto por dos cuestiones, tal y como señala Antúnez: «visibilidad financiera», como argumento a favor de la democratización de la inversión en el sector, y la madurez de su explotación en España.
En lo referente a la idoneidad geográfica para este tipo de inversión, Menéndez, de Beka AM explicó que «España cumple con las condiciones más adecuadas a nivel europeo para plantar este tipo de frutos secos, muy similares a las de California»; no obstante, apunta que «partimos de ventajas competitivas» con respecto al Estado norteamericano, debido a la «la sobrexplotación discriminada» que se viene realizando en el mismo desde hace años.
La inversión a través de vehículos especialistas y diferenciados ha ido ganando relevancia en las carteras, inclusive en las carteras de los inversores más tradicionales, gracias al contexto favorable, con tipos de interés muy bajos, una alta volatibilidad de los mercados y el encarecimiento de la inversión en “private equity” que se ha producido en los últimos años, en búsqueda de una mayor rentabilidad.
«En la apuesta por este tipo de vehículos especialistas que generan rentabilidad a través de activos poco explorados por los inversores, encontramos la posibilidad de invertir en agricultura, cuyas características como activo de inversión se adecuan muy bien a este contexto. Además, la vehiculización mediante un fondo de capital riesgo contribuye a democratizar la inversión en estos cultivos», añade Menéndez.
Primer fondo de capital riesgo español con un alto compromiso ESG
Dentro de la política de inversión del fondo, la sostenibilidad no es para nada un «modismo», según declara Antúnez, ya que se ha convertido en «el eje principal para conseguir una rentabilidad económica», y de hecho se sitúa como pilar fundamental de la estrategia de inversión del fondo.
El primer fondo de capital riesgo en España, que ha obtenido la clasificación como producto de inversión sostenible, conforme al Artículo 9 del Reglamento de Divulgación de la Comisión Europea, podrá medir todos los parámetros de sostenibilidad vinculados a la generación de impacto y la gestión de riesgos ESG. Uno de los más importantes es «el objetivo transversal de fijar la población al mundo rural y de trasladar riqueza a un mundo que está perdiendo el mayor patrimonio, que es el patrimonio humano», señala Antúnez.
A este objetivo, se suman la producción agrícola sostenible y la mitigación del cambio climático (con medición real de la huella de carbono a través de Climate Trade). Todo ello será llevado a cabo a través de la aplicación de técnicas sostenibles como son la gestión eficiente del agua, la utilización de energía asequible y la economía circular.
Vídeo con los puntos más importantes sobre la inversión en cultivos agrícolas sostenibles a través del fondo Beka & Bolschare Iberian Agribusiness:
Equipo de Comunicación de Beka Finance.