Por todos es sabido aquello de: “Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”, si bien, no existe mejor manera de tratar de entender el comportamiento presente y futuro de los mercados de renta variable, que viendo, con ejemplos reales, su comportamiento a largo plazo.
Durante este 2020 el coronavirus ha sido el gran protagonista de nuestro día a día, de hecho, nos ha regalado el periodo con mayor incertidumbre y mayor velocidad en las caídas de los mercados de la historia económica reciente. Este tipo de acontecimientos puede producir episodios de nerviosismo y hacernos interrumpir nuestra pauta de inversión a largo plazo.
Para entender el mercado de renta variable es necesario primero conocer los factores clave para invertir en el mismo.
FACTORES CLAVE: EL HORIZONTE TEMPORAL Y LA VOLATILIDAD
Antes de invertir tenemos que entender qué es el horizonte temporal y la volatilidad:
- El horizonte temporal es el tiempo que tenemos pensado que transcurra desde que decidimos invertir hasta que recuperemos el capital.
- La volatilidad de una inversión es la capacidad que tiene un activo de fluctuar.
Veamos estos dos factores en la práctica para así poder entender lo que ha ocurrido en realidad en el mercado de renta variable global:
A simple vista asusta la volatilidad mensual que encontramos, pero si nos fijamos bien, de los 120 meses analizados, en 80 de ellos la rentabilidad es positiva y en 40 de ellos negativa.
Si además, tenemos en cuenta el factor del horizonte temporal, el comportamiento anual fue positivo en 8 de los 10 años y la rentabilidad más alta se obtuvo a largo plazo:
- La inversión durante 3 años: rentabilidad anualizada de +9,85%.
- Durante 5 años: rentabilidad anualizada de +9,55%.
- Durante un lustro: rentabilidad anualizada de +10,88%.
Dejarse influir por el factor de la volatilidad del corto plazo*, nos hace perder el horizonte temporal del largo plazo y esto produce habitualmente los mayores errores en nuestras inversiones.
*Momentos como agosto de 2011, agosto de 2015, diciembre del 2018: meses de fuertes caídas en el mercado de renta variable en el corto plazo, producidos por distintos hechos más conocido como “ruido de mercado”, como por ejemplo: tensiones comerciales, devaluación de una moneda, modificaciones de tipos, eventos políticos, etc.
Y EL TERCER FACTOR CLAVE: LA RESILIENCIA
El último factor clave en el mercado de renta variable, influido por el largo plazo, es la resiliencia.
- La resiliencia es la capacidad que tiene el mercado de recuperarse después de una caída importante y volver a su estado anterior.
El ser metódico y tener una visión a largo plazo, aunque nuestro cuerpo en ciertos momentos** nos pida lo contrario, produce un equilibrio entre los meses de caídas y de subidas y la rentabilidad mejora en el largo plazo.
**Momentos como en 2011, 2015, 2018 e incluso en este 2020 producido por el coronavirus.
Un buen ejemplo para explicar el factor resiliencia, nos lo ha brindado el impacto del coronavirus en el mercado, este último ejercicio 2020.
Para este ejemplo, simularemos un inversor que tiene una capacidad de ahorro mensual de 1.000€ que decide invertirlos en su fondo de inversión favorito de manera periódica los días 1 de cada mes. Tomaremos de referencia de nuevo el MSCI World TR y vemos el siguiente gráfico:
Durante los meses de enero y febrero logró una rentabilidad de +6,80%.
Pero todos recordamos y nunca olvidaremos el mes de marzo de este 2020: las noticias de incremento de casos, de confinamientos en todo el mundo y las primeras medidas tomadas en Europa, produjeron importantes caídas en el mercado y por tanto aumentó la volatilidad.
- En el primer caso, un inversor impulsivo que ve como su cartera pasa de una rentabilidad positiva de +6,80% caer hasta un -28,87% (durante el peor mes de la pandemia) y se deja influir en su decisión por el miedo y el nerviosismo, desinvirtiendo su cartera. La pérdida patrimonial media, más probable, hubiera sido de un -17,62% (calculada como pérdida diaria entre números del día del mes) y no se habría beneficiado de la posterior recuperación.
- Por el contrario, en el caso de un inversor disciplinado que tiene en cuenta los tres factores: horizonte temporal, la volatilidad y la resiliencia, mantendría su plan de inversión a largo plazo independientemente del ruido de mercado del día a día. En el ejemplo, vemos como hubiera conseguido finalizar su inversión con una rentabilidad positiva.
Todo aquel que ha sido, metódico, disciplinado y con una visión de largo plazo ha logrado acabar este año de forma satisfactoria.
¿MERECE LA PENA INVERTIR EN MERCADOS DE RENTA VARIABLE?
El 31 de diciembre del 2020 cerró una nueva década, donde a la crisis financiera se le sumó una pandemia mundial. Es lógico que nos preguntemos: ¿Ha merecido la pena invertir en mercados de renta variable? o ¿hubiera sido mejor tener el dinero en el bolsillo?
Como hemos comprobado en este artículo, si hemos invertido a comienzo de la década en renta variable habremos obtenido rentabilidad positiva y de manera consistente en el tiempo. A modo comparativo, podemos ver que el índice global de renta fija (Bloomberg Barclays Global Aggregate TR Eur), ha brindado un 35,57% en el lustro, lo que supone un 3,09% anual.
Una vez entendido cómo funciona el mercado de Renta Variable, podemos decir que una de las mejores recetas para incrementar nuestros ahorros es fijarnos en el largo plazo y no dejarnos llevar por la volatilidad del mercado.
Desde Beka AM ofrecemos a nuestros inversores la posibilidad de maximizar su patrimonio a través de nuestros fondos de inversión Beka International Select Equities, FI y Beka Optima Global, FI con una visión a largo plazo y con exposición global a los mercados de renta variable:
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Lorenzo Macías - Trader de Beka Asset Management
