Invertir en bonos ligados a la inflación
En los años pasados si uno miraba el asset allocation objetivo de las principales entidades financieras mundiales, la parte conservadora siempre venía complementada por bonos ligados a la inflación. Estos bonos ajustan el valor nominal o los pagos de cupón según las variaciones de índices como el IPC. Y parecía lógico que ante incrementos de los precios tan brutales como los que observamos desde abril del 2021 y que hicieron pico en julio del 2022, todo el mundo intentara protegerse. El 2021 fue un buen año relativo y absoluto, con ganancias del 2.5% para el caso norteamericano, mientras los bonos nominales bajaban un -2.24%. Lo que sucedió en el 2022, con caídas de estos activos del -6.34%, a la par que los bonos nominales bajaban un -9%, dejó un sabor agridulce entre los compradores (sus precios caían, pero menos). La venta masiva de los nominales echaba por tierra los protegidos contra la inflación y los inversores aprendieron que, en la evolución de los bonos reales lo que generalmente importa no es la inflación actual, sino lo que ocurra con la inflación en el futuro (si las perspectivas van a la baja el precio de tu bono sufre). Y obviamente eso llevó a la baja el precio en el 2023 un -0.65%, cuando la renta fija vio alzas de alrededor al 4%. La capacidad de control de la inflación restó potencial a este tipo de bonos que rentan menos.
Si su idea, como la nuestra, es que la inflación sea más persistente que la descontada por el mercado, puede ser buen momento para “echarle un vistazo” a este tipo de activos. Dado que las expectativas a futuro de IPCs han caído desde niveles más próximos al 3% para el largo plazo hasta encontrarse próximas al 2%.
Pese a un claro proceso de desinflación, pensamos que los precios tardarán en mantenerse en los niveles objetivo del BCE y de la Fed. El coste salarial, la evolución de los precios del alquiler, la desglobalización, la interrupción de los suministros globales, la geopolítica, la demografía y el cambio energético global, son elementos a tener en cuenta. Y parece que algo de ello hay detrás de haber visto como la última subasta de TIPS en EE. UU. estuvo 2.62 veces sobre suscrita y la semana del 29 de enero viéramos los primeros intereses compradores significativos en fondos/etfs de esta temática.
Riesgos de los bonos High Yield
A pesar de estar viendo un creciente interés por esta clase de activo, con compras fuertes desde el mes de noviembre, a nosotros nos mueve la cautela. Fue un activo por el que muy pocos apostaron en el 2023, debido a que la anticipada recesión y la subida de tipos de interés debían dilapidar el futuro de las compañías cuya deuda es más volátil. Pero el comportamiento el pasado año fue en contra de todos los que se quedaron al margen, dado que los índices genéricos en EE. UU. y Europa llegaron a ganar cerca de un 12%. Aunque gran parte de la culpa la tuvo el no haber llegado a esos niveles de crispación económica anticipados, el venirse abajo las expectativas en tipos y la escasa oferta de papel, hicieron el resto. Muchos de los inversores eran incapaces de saciar su demanda recurrente de activos dado el bajo volumen relativo de oferta. Y muchas de las empresas hasta finales del 2024 no comienzan a tener necesidades de refinanciación. Y eso hace que las primas que deben pagar aquellas que salen a mercado sean muy estrechas (solo 50 pbs más que en los mínimos en los últimos 10 años). Seguimos pensando que los mercados son excesivamente optimistas en relación con los fundamentales de dichas compañías y todo esto cambiará en el momento que no existan problemas de oferta. Si las tasas de impago para este tipo de crédito suben por encima del 5% como consecuencia de un deterioro económico, no hablemos de recesión, los precios actuales no reflejan dichas turbulencias. Buscando referencias de posibles empeoramientos ponemos la atención en el último informe de la agencia de rating S&P para el crédito en EE. UU. El valor razonable de la prima que estas compañías debieran pagar, según esta entidad, estaba 200 pbs por encima de los niveles actuales. Aun así, en el caso de que usted perciba que las tires del 8/10% en EE. UU. o del 6/7% en la Eurozona tienen sentido contra otros activos, como la renta variable, centre su inversión a nivel geográfico. Creemos que las valoraciones en Europa son más atractivas y además el crédito HY americano es más vulnerable en caso de un deterioro económico.
Publicado en la sección Actualidad Económica de El Mundo.