China sigue dando pasos en la apertura de sus mercados hacia el exterior y el último de ellos tiene que ver con la industria de los fondos de inversión. A partir de hoy, el negocio de la gestión de capitales estará abierto en China al inversor internacional de forma que las empresas que tengan intención de comercializar sus servicios en el país ya pueden empezar a pedir licencias al regulador para poder operar por su cuenta, y no verse obligados a ir de la mano de una compañía local para poder ejercer su actividad en el país.
Como suele ocurrir en China, la segunda economía más grande del planeta, el mercado de la banca de inversión y de la gestión de capitales en el país tiene un enorme potencial y alcanzará los 30 billones de dólares en 2023, según la consultora Oliver Wyman y hasta 3,4 billones de dólares, únicamente en el mercado de la venta al particular, según los cálculos de Deloitte.
Según explican desde Bloomberg, hay varias firmas que ya han comunicado al regulador su intención de empezar a operar por su cuenta, entre los que se encuentran Vanguard, BlackRock y JP Morgan.
Esta última compañía estaría tratando de adquirir el 100% de la propiedad de la empresa con la que opera ahora en el país asiático, que gestiona unos 21.000 millones de dólares, destaca la agencia.
Una de las principales novedades que tendrán lugar a partir de ahora es que las gestoras podrán empezar a comercializar sus fondos al inversor minoritario chino, algo que hasta ahora estaba reservado para inversores institucionales del país y para los ciudadanos más ricos, por lo que la posibilidad de comercializar estos productos para la clase media podría suponer un incremento de inversiones considerable en los fondos de inversión.
Más calidad para el inversor
La apertura y liberalización de la gestión de capitales en China tiene, entre sus principales ganadores, al inversor minoritario del país. A partir de ahora podrá contar un abanico más grande de oferta entre la que poder elegir.
Fernando Cifuentes, director de fondos abiertos de Beka AM, explica cómo "en general, la apertura y mayor facilidad, eliminando trabas y requisitos para operar en cualquier mercado es una buena noticia, ya que permitirá una mayor competencia en el sector, con la entrada de un mayor número de actores y ello incrementará la profesionalidad del sector y también permitirá ofrecer unos servicios de más calidad, consiguiendo un mercado más competitivo".
Desde UBS, quienes indican que en 2017 lanzaron "el primer fondo de capital riesgo en China gestionado por una empresa extranjera", destacan que "la apertura del mercado supone un paso más", señalando el potencial que tiene el país al ser "la segunda economía del mundo, que va a requerir más gestores de activos", una región que tiene como aliados en su tendencia de crecimiento a largo plazo "el cambio hacia una economía de servicios y consumo, la urbanización, el acceso a productos premium, el aumento de la I+D y la innovación, y el envejecimiento de la sociedad".