Te contamos los requisitos previos imprescindibles sin el cual nadie debería adentrarse en el mundo de la inversión y las múltiples vías para invertir dependiendo de las circunstancias personales de cada uno.

El perfil del ahorrador español medio se caracteriza por ser muy conservador, prima el pensamiento de “no perder dinero”. Incluso si la pérdida es temporal, no se acepta que la valoración de nuestros ahorros pueda ser inferior a lo invertido.

Esta es la razón por la que para la mayor parte de los españoles las opciones para sus ahorros se circunscriben a:

-       cuentas corrientes

-       cuentas de ahorro

-       o depósitos

Estas son las opciones más comunes, aun cuando, en los momentos actuales las rentabilidades de dichos productos sean tendentes a cero e incluso con la amenaza de poder comenzar a pagar por ellos.

Pero… ¿y si nos abrimos a otras opciones? ¿Podríamos asumir un cierto riesgo a corto plazo y obtener rendimientos muy superiores en el largo plazo?

Es verdad que, para asumir ese mayor riesgo y pasar de ahorrador a inversor, se deben dar unos requisitos previos imprescindibles sin el cual nadie debería adentrarse en el mundo de la inversión:

No necesitar los ahorros durante un tiempo

El más obvio es tener la posibilidad de poder prescindir de parte de sus ahorros durante un tiempo.

Asumir un determinado riesgo, supone aceptar determinada volatilidad en la inversión. Como predecir el comportamiento de los mercados en el corto plazo es altamente improbable, se deben tener horizontes de inversión amplios para que las diferentes estrategias puedan otorgar los resultados que se esperan y no tener que deshacer, por necesidad, la inversión en el momento más inadecuado.

Deshacer posiciones en momentos de caídas, no suele ser una buena estrategia

Otro requisito a la hora de dar el paso a invertir es interiorizar que va a existir volatilidad y que no se deben deshacer las posiciones en los momentos de mayor volatilidad y caídas.

Cuando las noticias son malas o parece que el mundo se va a acabar, esos momentos suelen ser más adecuados para incrementar posición que para deshacerla, por eso:

En el mundo de la inversión la paciencia suele ser el mejor aliado.

¿Ahora qué? ¿Dónde invierto?

Una vez aceptado lo anterior, habrá que decidir en qué producto financiero se puede invertir si tenemos en cuenta el largo plazo.

 Existen múltiples vías para invertir dependiendo de las circunstancias personales de cada uno: formación, tiempo disponible, etc. Las dos opciones más comunes son:

  • Invertir de forma directa en acciones, bonos de empresas, bonos de gobiernos, derivados, etc.

Este tipo de inversión necesita de un conocimiento financiero exhaustivo previo sobre los diferentes productos, por lo que no es una tarea sencilla y no se puede poner en marcha de forma rápida.

  • Invertir de forma indirecta a través de productos de inversión colectiva como los fondos de inversión o planes de pensiones.

Esta es, a nivel particular, la forma más sencilla y probablemente la más segura para aquellos ahorradores que quieran dar sus primeros pasos en el mundo de la inversión. Invertir en productos de inversión colectiva, como son los fondos de inversión.

Los fondos de inversión facilitan tener la gestión encomienda en una sociedad gestora que cuenta con un equipo de profesionales que tratarán de obtener los mejores resultados en el largo plazo.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de invertir en un fondo de inversión?

A la hora de invertir en fondos de inversión, primero debemos ser conscientes que existe un universo enorme de ellos, con diferentes estrategias a la hora de invertir y divididos por categorías en función de los activos en los que invierte.

No todos los fondos están hechos para todos los perfiles o experiencias de inversión.

Dependiendo del perfil del cliente y del horizonte temporal se deberá optar por un fondo u otro: de renta variable, renta fija, mixtos, etc. Antes de dar el paso debemos:

  1. Informarnos bien sobre la sociedad gestora a la que vamos a confiar nuestros ahorros. Es muy importante confiar en una entidad donde exista una fuerte alineación de intereses con sus inversores, donde su equipo invierta en los mismos fondos que sus clientes, como es el caso de Beka Asset Management.
  2. Informarnos correctamente del producto y sobre todo entenderlo.
  3. Conocer los detalles y condiciones a través de la lectura del folleto informativo y de la documentación legal.

Los fondos de inversión además tienen una ventaja fiscal añadida

Los fondos de inversión permiten a las personas físicas obtener un tratamiento fiscal mucho más favorable que la inversión directa. Podemos movernos de un fondo a otro sin tener que tributar por las plusvalías generadas, pudiendo optar por cambiar de estrategia sin pasar por hacienda. Este diferimiento fiscal es otro de los grandes atractivos de los fondos de inversión.

Con ese objetivo y para poder acompañar al inversor en su proceso de inversión Beka AM cuenta en la actualidad con dos fondos de renta variable global, el Beka International Select Equities, FI y el Beka Optima Global, FI, pensados para obtener rendimientos interesantes en el largo plazo a cambio de asumir determinada volatilidad en la inversión.

Puede consultar estos fondos en la página web de Beka Finance. La inversión mínima es de 100 euros, pudiendo darse de alta de forma sencilla en:

El nuevo fondo para los más conservadores

En el equipo de fondos abiertos nos encontramos actualmente en proceso de constitución de un nuevo fondo, cuya estrategia incluirá posiciones tanto en renta variable como en renta fija privada y de gobiernos, una estrategia con una menor volatilidad esperada que las anteriores, que puede ser adecuada para un determinado tipo de inversor más conservador.

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Beka International Select Equities

Fernando Cifuentes - Director de Fondos Abiertos de Beka Asset Management, SGIIC.

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