Los llamados Neobanks y Challenger Banks surgieron después de la crisis del 2008, y han tenido un crecimiento exponencial en la ultima década, con una Tasa de Crecimiento Anual Compuesto (TCAC) superior al 40%. Estos nuevos actores supieron aprovechar la baja estima que se tenia de las entidades tradicionales, ofreciendo a los usuarios una experiencia totalmente digital, que simplifica los tramites y reduce drásticamente los costes.
Aunque ambos tipos de FinTechs tienen productos similares, existen diferencias considerables entre estas nuevas opciones bancarias y las características que ofrecen.
¿Qué es un Neobank?
Los Neobanks son startups FinTech que ofrecen una experiencia 100% digital a sus usuarios, brindado soluciones más rápidas y eficaces. Además, hacen énfasis en su transparencia y reducción de comisiones.
Aunque los servicios que ofrecen son muy similares a los de la banca tradicional, los Neobanks no tienen licencia bancaria, por lo cual depende de un banco asociado que presta las garantías normativas y la solvencia económica.
La licencia de dinero electrónico con el que operan los Neobanks solo les permite realizar pagos y transferencias bancarias, lo cual limita su cartera de servicios.
Algunos ejemplos de Neobank en el mercado son: Rebellion Pay, Bnext, y Atom Bank.
¿Qué es un Challenger Bank?
Los Challegers Banks son igualmente FinTechs, pero al contrario que los Neobanks, disponen de una licencia bancaria que les permite ofrecer a sus usuarios todos los servicios bancarios tradicionales, combinando nuevas tecnologías (Big Data, Machine Learning o Inteligencia Artificial) a a menor coste.
Su publico objetivo son los Millennials, jóvenes entre los 16 y los 35 años que buscan alternativas digitales con mayores ventajas y facilidades.
Algunos de los Challenger Banks más exitosos son N26, Revolut y Monzo.
¿En qué se diferencian?
La principal diferencia entre los Neobanks y los Challengers Banks es la licencia de la que disponen. Mientras que los Challenger Banks son considerados entidades bancarias, los Neobanks deben ofrecer sus servicios a través de la colaboración de una entidad bancaria autorizada.
Si bien dependerá de cada cliente escoger cual de estas dos opciones se adapta mejor a sus necesidades, sí es claro que los Neobanks y los Challenger Banks son la revolución de la banca tradicional y se están convirtiendo en un sector enorme dentro de la industria de los servicios financieros.