El sector sanitario se mueve en ciclos de pago largos. Los proveedores de hospitales, clínicas y laboratorios pueden enfrentarse a esperas de 90, 120 o incluso más días para cobrar sus facturas. Mientras tanto, siguen necesitando liquidez para operar con normalidad: pagar nóminas, reponer stock o asumir nuevos compromisos.
El factoring sanitario se ha convertido en una de las soluciones financieras más eficaces para abordar este problema. Permite adelantar el cobro de facturas de manera rápida y sin que la empresa tenga que endeudarse o comprometer su balance.
Sin embargo, no todos los modelos de factoring son iguales. Beka Healthcare, joint venture de Beka Credit y el banco de inversión global Nomura, especializada en la compra y gestión de carteras de facturas del sector sanitario, ofrece un enfoque basado en el factoring sin recurso, lo que significa que el proveedor cede sus facturas y transfiere el riesgo de impago.
Veamos en detalle cómo funciona este mecanismo, qué ventajas aporta y cómo elegir la mejor opción para mejorar la salud financiera de una empresa proveedora del sector salud.
Qué es el factoring sanitario y por qué marca la diferencia
El factoring sanitario es una herramienta financiera diseñada específicamente para los proveedores del sector salud. Su objetivo es sencillo: transformar facturas pendientes de cobro en liquidez inmediata.
Existen dos modalidades principales:
- Factoring con recurso: El proveedor sigue siendo responsable en caso de que el cliente no pague.
- Factoring sin recurso: La entidad de factoring asume completamente el riesgo de impago.
En el sector sanitario, el factoring sin recurso es la opción más segura. Evita preocupaciones sobre la morosidad y permite a las empresas planificar sus finanzas con mayor tranquilidad. En otras palabras, convierte ingresos futuros en liquidez presente sin aumentar la carga financiera y disminuyendo el riesgo de impago.
El gran reto: cobrar a tiempo en el sector sanitario
Una empresa proveedora del sector salud puede ofrecer un servicio impecable, cerrar contratos con hospitales de prestigio y tener una cartera de clientes sólida. Sin embargo, si sus facturas tardan más de 120 días en cobrarse, el crecimiento se frena y la operativa diaria se complica.
El problema no es la falta de negocio, sino la gestión del flujo de caja. En España, los plazos de pago en el sector salud son de los más largos de la economía, especialmente en los grandes grupos hospitalarios privados.
Algunos datos que ilustran esta realidad:
- Plazo medio de pago: 90-150 días en hospitales y clínicas.
- Más de 11.000 millones de euros en operaciones de factoring sanitario sin recurso.
- Beka Healthcare mantiene más de 650 relaciones activas con hospitales y clínicas, gestionando facturas de más de 200 proveedores del sector salud.
El factoring sanitario soluciona este problema de raíz. Permite que los proveedores cobren sus facturas en cuestión de días, en lugar de meses, sin comprometer su estabilidad financiera.
Cómo funciona el factoring sanitario paso a paso
El proceso de factoring sanitario con Beka Healthcare está diseñado para ser rápido y transparente. Estas son las principales etapas:
- Análisis inicial: Se firma un NDA para garantizar la confidencialidad y se revisa la cartera de facturas y los clientes del proveedor.
- Propuesta de financiación: Se calcula el precio indicativo, es decir, el porcentaje de descuento aplicado sobre el valor de las facturas.
- Due diligence: Se verifica la existencia y conformidad de las facturas con los deudores y se eliminan aquellas que presenten incidencias.
- Autorizacion de riesgos: Se realiza un estudio del cedente y se le autoriza un limite a disponer.
- Formalización del contrato: Se firma ante notario la cesión de los derechos de cobro y se notifica a los deudores.
- Desembolso del importe: En un plazo máximo de 4 días hábiles, el proveedor recibe el pago de las facturas cedidas.
Una vez completado el proceso, el proveedor se desvincula de la gestión del cobro. La entidad de factoring se encarga de recuperar los pagos de los deudores sin que esto afecte la relación comercial del proveedor con sus clientes.
Ventajas del factoring sanitario: más que sólo liquidez inmediata
Reducir los plazos de cobro es una ventaja evidente, pero el factoring sanitario aporta mucho más que liquidez a corto plazo.
- No afecta la CIRBE: con Beka Healthcare no se considera un préstamo, por lo que no impacta en la capacidad de endeudamiento de la empresa. Con los productos de factoring de la banca tradicional sí afecta a la CIRBE.
- Elimina el riesgo de impago: En la modalidad sin recurso, la entidad de factoring asume el 100 % del riesgo.
- Optimiza el balance financiero: Mejora los ratios de liquidez y permite una gestión más eficiente del capital circulante.
- Menos carga administrativa: Externaliza la gestión del cobro, liberando tiempo y recursos.
- Mayor capacidad de inversión: Con una mejor previsión de ingresos, la empresa puede asumir nuevos proyectos con mayor seguridad.
Un ejemplo práctico: una empresa distribuidora de equipamiento médico tenía clientes solventes, pero con plazos de pago superiores a los 120 días. Gracias al factoring sanitario, logró reducir este tiempo en 100 días; lo que le permitió expandir su negocio sin depender de la financiación bancaria. [las facturas tienen algo de aging cuando las compras]
Qué empresas pueden beneficiarse del factoring sanitario
El factoring sanitario está diseñado para empresas proveedoras del sector salud que trabajan con hospitales, clínicas, laboratorios y otras entidades sanitarias. Algunos ejemplos incluyen:
- Fabricantes y distribuidores de material médico y farmacéutico.
- Laboratorios y empresas de suministros sanitarios.
- Empresas de logística y transporte sanitario.
- Proveedores de software y tecnología médica.
- Servicios médicos especializados y outsourcing sanitario.
- Otros servicios: limpieza, ascensores…
Para acceder a este servicio, las empresas deben cumplir ciertos criterios de solvencia, trabajar con deudores pre-aprobados y que las facturas estén conformadas. [los criterios de elegibilidad los garantiza BH]. Si un deudor no estuviera preaprobado y fuera de interés para la empresa, se puede estudiar.
Cómo elegir el mejor servicio de factoring sanitario
Cuando una empresa del sector salud opta por el factoring sanitario, no sólo busca liquidez, sino también seguridad y estabilidad. Elegir bien el proveedor es clave para evitar complicaciones y asegurarse de que el proceso sea rápido, transparente y sin sobresaltos. Para tomar la mejor decisión, conviene fijarse en algunos aspectos esenciales:
- Tipo de factoring: Si lo que se busca es eliminar riesgos, el factoring sin recurso es la mejor opción, ya que protege frente a impagos.
- Rapidez en el pago: Obtener liquidez no sirve de mucho si el dinero tarda demasiado en llegar. Lo ideal es que el proceso se complete en cuestión de días.
- Condiciones claras y sin sorpresas: Es fundamental revisar bien los costes y asegurarse de que no haya comisiones inesperadas o descuentos poco justificados.
- Experiencia en el sector sanitario: No todas las empresas financieras están acostumbradas a trabajar con hospitales, clínicas o laboratorios. Contar con un socio que entienda los plazos de pago, tenga una relación fluida con los deudores y conozca la operativa sanitaria, facilita mucho las cosas.
- Seguridad y regulación: Optar por entidades supervisadas garantiza un proceso transparente y ajustado a normativa.
Sabemos lo que supone para un proveedor del sector salud enfrentarse a plazos de pago largos. En Beka Healthcare, como especialistas en la compra y gestión de carteras de facturas sanitarias, vemos cada día cómo el acceso a liquidez inmediata marca la diferencia para muchas empresas. Nuestro enfoque es sencillo: facilitar que los proveedores cobren sin demoras, sin riesgos y sin complicaciones, para que puedan centrarse en lo más importante: seguir ofreciendo sus servicios con total tranquilidad.